El Sitio

Hay dos herramientas que son muy bien conocidas por los guerreros y sus generales; el sitio y la instalación del odio o la división interna. Ambas herramientas generalmente van de la mano, se sitia una ciudad y se la deja sin las necesidades básicas para su mantenimiento, eso debe provocar entre los sitiados la división obligada y la aparición del odio entre ellos. La dilación es altamente efectiva para el derrumbe de los ideales y si en el bando sitiado se carece de líder q ue anime y mantenga la moral en alto, este efecto corre como la pólvora encendida. Instalar el odio es cosa de simplemente esperar a que muestras de soberbia y disparates por parte del sitiador, lo establezcan como moneda común, como conversación diaria, como el pan de todos los días. El odio tiene la facilidad de retro-alimentarse por lo que una vez que se comienza a odiar al líder sitiador es fácil que ese sentimiento se popularice y se convierta en una plaga dentro de la soci...