ZONA DE ADULTOS - El Mercado Femenino
Estudio de
campo.
“Recuerdo
la primera vez que tuve sexo... Todavía guardo el recibo.”
Groucho
Marx
Espero
que se me entienda por lo duro de la terminología, pero eso de “mercado
femenino” va en relación a la demanda que hacen las mujeres que se unen a una
página (cualquiera de ellas y son cientos) de citas, encuentros esporádicos,
aventuras fáciles, sexo puro, amistades, compañías masculinas, etc. (Flixxx,
XTrxxx, Sertravxxxx, MyAffxxx, Contactosesxxxx, Fuegxxxx, Abuelxxxx, se
comprenderá que no doy los nombres completos, y poco hace falta)
Esta
demanda está en la red al alcance de todos y solo con registrarse, dando los
datos personales y de la oferta que se hace, se puede “colgar” el aviso de
acuerdo a las necesidades que las mujeres tengan.
Las
páginas, la mayoría de ellas, las que se hacen llamar profesionales, las que
solo van por el contacto, las que se valen del chat instantáneo, tienen un
soporte económico, una prima que se paga por parte de los que acceden a la oferta
contabilizada en tiempo de permanencia en un chat, tiempo de conversación con
un número de teléfono que intermedia, o el acceso a datos que consideran
íntimos como fotografías, estados civiles, apetencias personalizadas,
direcciones y demás.
Una
de las características que se encuentran es la aparición del teléfono mediador,
un 803 que además de haber pagado por su uso, se paga el minuto o fracción de
la llamada, a un coste superior al de una normal. Esto hace pensar que cuanto
más tiempo se esté hablando, mayor será el coste del “ligue” y la pregunta que
sale de inmediato es: ¿No están también las oferentes beneficiadas por este
sistema? Lo explico simple, si me entretienen conversando con la expectativa
constante de llegar a concretar una cita o un encuentro casual, lo que se
recauda por parte de las llamadas, bien pueden ser repartidas por quién da el
sistema y por quién hace que dicho coste aumente en relación directa a la
capacidad de retener un contacto interesado en la oferta. (O al menos así se dice,
como si una nueva tentación recayera sobre las Evas actuales). Pero no es así,
el dinero recaudado por estas “empresas intermediadoras” es para su propio
bolsillo.
Engañan
y lucran con los sentimientos y urgencias físicas de algunos hombres que se
prestan a este juego y generalmente no saben cómo detenerse a tiempo. En el
chat ocurre otro tanto y para enviar un mensaje igual, siempre hay que pagar
por el acceso discriminado en tiempos limitados.
Y
aquí no hay aparentemente ninguna regla, solo la de cobrar por el servicio de
acceso escalonado de acuerdo a lo que se quiera obtener y lo que se pueda
pagar.
¿Es
una manera de prostitución?
Entendemos
que prostituirse es cambiar un servicio sexual por dinero; aquí estas páginas
están ofreciendo una prestación similar al permitir o no el paso del demandante
hacia los datos privados o la conexión directa con la oferente. Sería una forma
sutil y tecnológica de poner la prostitución en una zona gris e indefinida que
se puede aprovechar sin que sea ilegal.
La
figura del proxeneta, necesario en la prostitución común, la de la calle, la
ejerce el sistema de control del acceso obligando al pago de la tarifa
mencionada; y como todo proxeneta se lleva un porcentaje mayor, dejando el
menor para la prostituta u oferente.
Sé
que parece que la acusación es muy grave, desproporcionada y ofensiva, poner en
el mismo saco la prostitución y la búsqueda inocente de un hombre o mujer para
una práctica sexual o el establecimiento de una relación íntima.
“Lo
único que hace emocionante el matrimonio es la infidelidad.”
Oscar
Wilde
Veamos
un ejemplo real copiado de una de las ofertas que se hallan en una de estas
páginas:
“Hombres casados que
quieran quedar
Soy una mujer casada y
busco quedar con hombres casados para sexo esporádico y pasarlo bien, soy una
mujer liberal y apasionada”
Respetuosamente,
esta señora o señorita ofrece sexo sin un coste que se le pague a ella
directamente; da sus exigencias, menciona sus cualidades y es directa en su
mensaje.
Otros
dos casos:
El
primero
“Amante perfecta
Me da mucho morbo
acostarme con hombres casados, eso de sentirme la "otra" me excita,
sobre todo porque sé qué puedo hacer lo que tu mujer no puede, soy discreta y
también casada, esto queda entre nosotros”
El
segundo
“Mujer casada busca
hombre discreto
Mi nombre es Lxxxxx,
estoy casada pero aburrida de la rutina, me siento sola y quiero conocer a
alguien con quién poder quedar esporádica y discretamente. Alguien sano,
discreto, agradable y en condiciones similares, para salir de la rutina y pasarlo
bien.”
Dos
señoras casadas, visiblemente cansadas de su relación con sus maridos, que
buscan salir de la monotonía que se le supone al matrimonio con un tiempo de
existencia. De lleno hay en el mensaje una incitación directa a la infidelidad
compartida, a la complicidad aceptada en el trato bajo el pedido de
confidencialidad o discreción. En el primer caso se suma la fantasía de ella,
en eso de “ser la otra”, una figura externa del matrimonio que ejercerá de
alternativa sexual.
En
este tercer caso, aparece otro ingrediente:
“Casada con picardia
Mi esposo no sabe
complacerme, me ve gorda y fea y no quiere tener sexo conmigo, busco un hombre
maduro y bien dotado que me de lo que estoy buscando”
La
acusación o justificación ante un marido que desatiende las necesidades de su
esposa y la solución más simple que es, como comúnmente se dice “poner los
cuernos”. Imputa a su pareja legal de una actitud denigratoria hacia su persona
y que la discrimina por su aspecto.
En
estos casos no se ha buscado (aparentemente) una vía para remediar el
conflicto, sino que se opta por llevarlo a un nivel superior, provocado por la
venganza; “si no me das esto, hago aquello”. Lo que se podría rotular de un
comportamiento infantil.
Busco amante y
complice... Hombre Maduro de 50 a
Busco amante y
complice... Hombre Maduro de 50 años, serio culto y generoso. Que me pueda
Ofrecer seriedad, estabilidad y asegure una ayuda mensual que me permita llegar
holgadamente a fin de mes como complemento a mi salario. Busco hombre educado, limpio,
blanco y con la cabeza en su sitio Yo soy ...
Ahora
la oferta cambia de dirección, es una de pago lo que se traduce en simple
prostitución. Sin embargo el pago en las demás opciones, a menos que sea un
chat público en una de las llamadas Salas de Ligue o Eróticas, está camuflado
tras el servicio de página o plataforma dónde se realiza el encuentro virtual
que asegura una próxima y supuesta cita personal.
Pero
para que se llegue a concretar dicha cita, será necesario que el hombre ya
metido en el camino fácil de ligar, tenga conversaciones virtuales con la dama
en cuestión, y para ello hay algunos muros que escalar. Por ejemplo el uso de
un chat privado, la llamada telefónica con un número de también características
virtuales o el intercambio de mails que las damas estarán dispuestas a
mantener. Este aparente obstáculo para llegar a disfrutar de esa amistad
licenciosa, oculta para que el morbo se dispare con mayor efecto, se deberá
hacer previo pago de bonos, créditos o como le quieran denominar para al fin,
disfrazando un modelo de prostitución puro y duro.
Esta
modalidad que parece imponerse cada día más, se la ve multiplicándose por
cientos de sitios web que dan el servicio; ahora es interesante observar que a
medida que el demandante se va registrando en ellas en busca del sexo fácil, va
a hallar si su ojo es analítico, que las damas requiriendo que un príncipe las
salve de la monotonía dándoles un respiro que aparentemente tienen sus marido,
por sus requerimientos amorosos no satisfechos, son repetidas en sus perfiles
con idéntica fotografía y a veces variando muy poco el texto que les acompaña.
Así
te encuentras en la página Flxxx a Susana (supuesto) que dice que su marido no
la atiende sexualmente como ella espera y al ir a la página MyAxxxx, otra vez
está la misma Susana que le agrega al texto que está “cachonda y mojadita”. Son
aparentemente la misma persona, coincidiendo en el lugar que viven y en las
apetencias que tienen (color de cabello, edades, físico, disponibilidad, etc).
Sin
embargo no finaliza en una duplicación de datos en dos sitios que se supone
administran diferentes personas, porque la misma imagen la hallas nuevamente en
la página Encuentrosxxxx solo que aquí Susana se muestra más complaciente y
dice que desea ardorosamente hacer determinados juegos sexuales con un aire de
perversión, indudablemente con el ánimo de atraer a otro tipo de demandante,
una más (por decirlo de alguna manera) caliente.
Siguiendo
en la profundización del tema, puedo darme de bruces con otros beneficios de los
que se hacen los administradores de los sitios de citas esporádicas. Uno de
ellos es que te instan a que te adhieras a sus ofertas entrando por medio de tu
perfil en Facebook o Google, de dónde sacan los datos de tus amistades y
preferencias para luego ofrecer el sistema a quienes son de tu círculo. Esto
sin la autorización explícita por tu parte, simplemente tomando lo que se
supone es público como tú perfil. Según ellos no infringen ninguna ley de
privacidad, porque lo que pones en una de estas redes sociales es a vistas de
amigos y enemigos sin distinción (en aquellos casos en que no has optado por
mantener tus datos personales fuera de la vista general).
Por
ejemplo si en tu perfil está tú número de teléfono, es posible que al ver tus
inclinaciones de marrano queriéndole jugar con cuernos a la parienta, pero que
aún no te arriesgas a lanzarte al pozo de la pasión, una señorita muy suelta de
lenguas te llamará para endulzarte la oreja y conseguir que gastes tus duros en
una conversación paga, o con créditos que suena mejor.
Si
en otro caso, lo que has puesto son tus direcciones de correos electrónico, te
lloverán propuestas de ligue que aunque caigan en Correo No Deseado, un alto
porcentaje abrirá por las dudas… o malsana curiosidad y bien sabemos qué mató
al gato.
Y
una tercera y muy grave consecuencia es que den con alguna puerta que hayas
dejado abierta por dónde logren tener acceso a tu cuenta bancaria o tarjeta de
débito o crédito, allí te encontrarás que al revisar el extracto hay salidas de
dinero por pequeñas suscripciones que te serán muy difícil de rastrear e
identificar, al fin no nos fijamos mucho si nos sacan diez euros, puede
confundirse con cualquier gasto que hayas hecho y no recuerdes. Pero como no
especifican que dicho descuento es de la página de citas guarras, le restarán
importancia un gran número de clientes forzosos. Aclaro que a veces no es
necesario que en el perfil figure la cuenta o el número de la tarjeta, con solo
que tengas un enlace como lo puede ser la compra del súper, o la de una tienda
online en las que se tienen registrados los datos completos para adquirir un
artículo (el sistema de guarda de compra) como puede ser el Compra en un clic o
similar que nos suele hacer tan fácil conseguir lo que deseamos en la red, les
dará el camino para agregar lo que ellos suponen de buena fe que quieres.
“La
prostitución y el matrimonio no son tan diferentes. Puedes convertirte en
propiedad de la otra persona. Y cuando esa persona es como Jaime o como Pedro,
tu vida deja de tener valor.”
Diario
de una Ninfómana.
Me
pregunto ¿son ellas las primeras que caen en las redes de estos sistemas? ¿O
somos nosotros, lo hombres que como inocentes cazadores insatisfechos, los que
al fin somos cazados por hambrientas hembras en celo perpetuo?
¿Quién
es inocente en este juego?
Si
tuviese que elaborar un juicio, diría que las tres partes son cómplices, que
nadie queda fuera de ser considerado culpable.
El
sistema que sigilosamente pone las herramientas, las mujeres que aceptan su rol
de carnada fresca y los hombres que actúan por el instinto más básico, se unen
en esta responsabilidad de sostener un método que tiene sus aristas muy
afiladas, y a pesar que se sabe que se puede salir lastimado, se continúa en
él.
Aunque
dudo de la mayoría de los perfiles que aparecen (de esto no tengo pruebas
concretas) y sí creo que las mujeres que acceden a esta manera de exhibirse
tiene una contrapartida para su beneficio; aclaro por si no queda entendido,
que es posible que algunas mujeres que se exponen logren sus dinerillos en
connivencia con una compañía telefónica y por medio de los números utilizados
para “ocio”, aquí entran los videntes, los casinos online, las citas
personales, las llamadas eróticas, etc.
Es
de notar que si ingresas en una de las plataformas, de inmediato tienes
supuestos mensajes de señoras o señoritas a las que les agradas, aunque no
hayas colgado tu fotografía o dado mayores datos de cómo eres; allí es cuando
la duda se fortalece, ya que es poco probable que haya mujeres con tantas
ansias de tener una cita sin haber de por medio un mínimo de conocimiento.
Entras
registrado y aparece una joven de entre los 20 y 25 años que te dice que le
gustaría chatear contigo; generalmente lo que se hace es contestar con cierto
asombro, pero luego de haber escrito una rápida respuesta y al intentar
enviarla, la plataforma te redirige a otra zona dónde condicionan la
comunicación si compras tiempo a modo de créditos. Si no pagas te quedas sin
poder decirle a una niña de un muy buen cuerpo, que te gustaría entablar algo
con ella. Algo como que te quedas a dos velas y eso para un hombre que ya está
lanzado a la aventura es un desafío que no debe permitirse, por lo que irá
corriendo a hacer la compra, muchas veces sin leer la letra pequeña, que te
dice por ejemplo: “el cargo a su cuenta corriente aparecerá como servicio a
Lurxxxx. Esto, si uno está en pareja y las cuentas de dinero las llevan juntos,
acarreará un serio problema a la hora de explicar el gasto hecho; porque la red
es un pozo de sabiduría al alcance de todos, incluida nuestra mujer, que irá a
consultar al señor Google y este le dirá sin tapujos que la cuenta pertenece a
un sitio de Citas con Mujeres, ligeras de cascos.
Hay
algunas páginas que ofrecen hacer el cargo sin mencionar nada de sus servicios,
pero otras lo ponen con nombres que no dejan dudas de su intención, por
ejemplo: PonerLosCuernos. Com
Y
de allí al divorcio hay solo un paso, el que dará ella.
La
mentira tiene su lucro si se atienden los reclamos que suelen hacer los bajos
instintos, tanto de un lado como del otro, y quienes conducen o administran
estos sitios web, saben muy bien cómo hacer para poner de su lado la vieja
costumbre de tener sexo, mucho, como sea, dónde sea y con quién sea.
Y
hay para todos los gustos y colores. Se puede ser un homosexual que busca su
satisfacción, un hombre casado, una mujer casada, una persona bisexual, un
degenerado sexual, un pederasta, un violador en serie, un enfermo mental, etc.
El
mundo que abre sus puertas a este tipo de relaciones, muestra con descaro las
miserias humanas del modo más explícito y cruel.
En
la investigación que hago, me he encontrado con algunos casos que llaman a la
reflexión sobre esa parte oculta de la naturaleza humana; en una de las salas
de chat públicas me he encontrado con algunas aberraciones del trato de
placeres. Para ejemplo la conversación que llevé a cabo con un anónimo (aunque
luego dejo tal condición) que brevemente resumo.
Tres
de la tarde de un sábado. Sala de chat en la subsala de Encuentros Infieles
(así la titulaban).
Tras
unos minutos saludando a diestra y siniestra, me pide un privado uno de los
asistentes al chat.
Resumiré
la conversación:
Pervertido.-
eres hombre o mujer?-
Yo.-
hombre
Pervertido.-
estas casado?
Yo.-
si, por qué?
Pervertido.-
te pregunto, ¿qué le harías a mi novia?
Yo.-
(perplejo) no sé, no la conozco.
Pervertido.-
te la muestro por Skype, está durmiendo-
Yo.-
ah, bueno pero estoy en el trabajo y no puedo poner el Skype.
Pervertido.-
vale, no importa imagínala.
Yo.-
¿Cómo es tu novia?
Pervertido.-
esta buena, 56 kg 156 de altura y 100 de pechos. Se llama Soxxx. (Da su nombre
con ligereza asombrosa).-
Yo.-
ah, pues no sé qué le haría, pero habrá que pensar.- (le seguí el rollo)
Pervertido.-
tengo una fantasía. Que la violamos.
Yo.-
vale, pero cómo es eso? Tú la violas y yo miro?
Pervertido.-
no, entre los dos. En el portal de su casa, está en las afueras y nadie ve.
Yo.-
claro pero tendría que ir hasta allí.
Pervertido.-
no hay problema, te pago el billete, vienes y lo hacemos.-
Yo.-
(sin dejar de seguirle la conversación) y lo haríamos a cara descubierta?
Pervertido.-
no, usando máscaras. Puede ser en el coche también. O mejor si tú te vienes con
el tuyo lo hacemos allí.
Yo.-
no sé, me parece algo arriesgado ¿no te parece?
Pervertido.-
no lo es, he pensado en todas las situaciones posibles. La torturaríamos.
Yo.-
¿y qué piensas hacerle?
Pervertido.-
doble penetración, dolor, cortarle el pelo, mearle encima, humillarla.
Yo.-
eso suena a venganza.
Pervertido.-
no, es una fantasía que quiero cumplir.
Yo.-
no sé, sigo pensando en qué hará ella cuando esté liberada.
Pervertido.-
seguro que denunciar. Pero no a nosotros, lo tengo todo planeado.
……
En
apariencia no sería más que un delirante sujeto que tiene un deseo malsano buscando
que le lean, se perturben y nada más, sin embargo a lo largo de la conversación
dio detalles del cómo y dónde realizar el acto repudiable convenciéndome que la
propuesta era real y concreta.
Lamentablemente
usaba un nick o seudónimo que sería muy difícil de rastrear e identificar;
además si hiciese una denuncia las copias de la pantalla que obtuve no tienen
validez jurídica como para que la policía actúe. Me queda la sensación de haber
tenido enfrente a un depravado que está suelto, que es muy peligroso e
irreconocible. Un asqueroso sentimiento de culpabilidad ajena, casi rozando la
complicidad.
Si
no seguís un auténtico camino hasta el final, una pequeña maldad al principio
se convierte en una gran perversión.
Miyamoto
Musashi
Y
la pregunta que aparece de inmediato, ¿es un caso aislado?
No,
no lo es, luego pude comprobar que otros propagaban propuestas tan miserables
como esta, hay quienes dicen que ofrecen a sus mujeres embarazadas para que
sean violadas con él presente porque lo quiere observar y saber que se siente,
uno dice que como regalo a su mujer desea que un hombre con determinadas
medidas de su miembro viril tenga relaciones sexuales delante suyo. También
está el que busca montar un bacanal con sus hermanas e invitados elegidos en el
chat. Estas son las ofertas, algunas de las cientos que he hallado. Personas
que aparentan una vida normal, que puede ser tu vecino o el dependiente de una
ferretería, el que expende la gasolina, cualquiera que te cruzas a diario en tu
calle. Las vidas secretas y de insanos deseos las pueden estar llevando a cabo cualquiera
para después ser noticia de un periódico o un informativo por televisión.
A
estas alturas me asalta una pregunta: ¿la doble moralidad es parte de la
sociedad que vivimos?
Pareciera
ser que así es, que enchalecados en un supuesto reglamento de convivencia y
para que sea, también supuestamente, tolerante en un amplio espectro que mantiene
abiertas dos puertas, de quien dice tener y es galardón entorchado, con la
otra, una puerta trasera donde se destaca la hipocresía y que talvez sea la más
sincera.
Con
mucho cuidado digo que ser hipócrita es la naturaleza del ser humano, que
domesticado por los intereses personales, en busca de tres anhelos, sexo, poder
y dinero, disfraza sus peores intenciones para que le consideren socialmente
aceptable, respondiendo cortésmente a las premisas de la primera puerta, la que
considero es mucho más cercana a la mentira que la de atrás.
Claro
que desde el punto en que se lo mire, la hipocresía puede bien ser un método de
vida aceptable, como son los códigos de sobrevivencia que tienen los
delincuentes, casi se podría asegurar que ellos habitan un espacio propio e
incursionan en esta sociedad para su provecho.
Hacen lo que saben y quieren dentro de su “moral”, esto lo baso en
experiencias donde uno de ellos (fueron en realidad más de uno) me explicaba
que el robar no estaba mal, solo se apropiaban de lo que deseaban y que si los
supuestos líderes de este estado social robaban, ellos no tenían por qué ser
discriminados. Es su lógica y desde su lado es irrebatible, con esos conceptos
se educan, crecen y se desarrollan creyendo que su posición es correcta, su
concepción de justicia no es diferente a la nuestra, solo que aplicada a sus
bases morales.
Para
este entonces hablo de al menos dos sociedades bien diferenciadas, que se
alimentan una con otra contraponiendo sus valores; ellos buscan y saquean sus
necesidades, nosotros producimos y ponemos en marcha sistemas de seguridad, uno
sin el otro no serían convivientes ni necesarios.
Es
difícil aceptar sin más esta realidad, sin embargo el delito existe desde que
la oportunidad se ha dado y las normas lo prohibieron, regreso a la oferta y
demanda que daba como necesaria las
relaciones esporádicas que buscan hombres y mujeres por medio de las citas en
la red.
Estas
afirmaciones llevan a otra pregunta; ¿deberíamos pensar que solo por la
confrontación de valores morales concebimos lo lícito y lo no lícito? ¿Sería
otra sociedad si el delito se considerara parte de esos valores? ¿Cómo sería la
sociedad sin las normas legales?
Muchos
dirán que un caos, que para poner orden es necesario la diferenciación. Que la
sociedad no se puede concebir en anarquía porque no son sus bases sociales. Sin
embargo no podemos cerrar nuestro criterio y contemplar una única manera de
sociedad; es posible que existan otras dónde todo sea muy diferente y por ello
tengan que ser necesariamente malas.
La
literatura ha descrito miles de veces la ambigüedad del espíritu humano, el Dr.
Jeckill y Mr. Hyde son un ejemplo y eso es porque de alguna manera somos
conscientes de dicha dualidad, ahora si buscamos sabiduría nos remitimos a San
Agustín donde él dice: el mal es la ausencia del bien, por lo que deducimos que
parte de lo incorrecto es la ausencia como cosa moral. Esto siempre desde un
único punto de vista, el del que legisla de acuerdo a sus intereses los que
luego traslada a su entorno para que sea cumplido.
Y
¿sería necesario un sitio como los de citas esporádicas para hombres y mujeres
casadas si las reglas actuales no existiesen o fueran otras?
Si
las normas morales permitiesen la infidelidad, que no fuesen mal visto que el
sexo se practicara sin la restricción del matrimonio monógamo, lo primero que
se desvanecería sería el misterio y la complicidad en hacer algo fuera de lo
legal. Y bien sabemos que el ser humano dice y mantiene que las reglas han sido
puestas para ser transgredidas; aunque el dicho sea un justificativo para sobre
pasar lo permitido y no sentir culpa por lo hecho.
Sin
normas que limiten la infidelidad, la monogamia no tendría sentido ya que entre
sí se oponen.
Para
amenizar, unos datos de Colombia, lugar que se merece estar dentro del estudio
por características de su clima y sus libertades sexuales.
Estos
datos iniciales de Colombia no se alejan de nuestra realidad; 40% de personas
se dicen “infieles” contra el 60% que no dice exactamente qué no lo son ni lo
serían, sino que todo depende de la oportunidad….
En
este cuadro se discrimina en cifras y motivo, el criterio supuestamente
utilizado para llegar al punto de ser “Infiel”.
El
mayor porcentaje por parte de los hombres es la falta de atención de parte de
su pareja, y como ya mencioné, en lugar de buscar o de pensar reflexionando,
cuál es la razón por la que se siente tentado a ser infiel, se opta por el
camino más fácil: Poner los cuernos.
Otro
análisis posible es que el hombre aprovecha más que la mujer la oportunidad de
serlo, es más curioso y necesita emociones que le saquen de la rutina, algo que
le haga “sentirse vivo” y esta es una de las excusas más encontradas. Mientras
que la mujer siente más la falta de atención de parte del hombre y acusa más la
pérdida de gusto por la pareja, (que se aburre más que el hombre).
Si
vemos este otro gráfico podremos analizar que la facilidad de ser infiel es
mayoritariamente con un amigo, alguien cercano pero que no entra del entorno
íntimo, un jugador del costado que se le tiene por cómplice en todo momento. El
amigo se diferencia de un conocido y se ve que repercute la calificación porque
con el primero se llega al tope y con el segundo casi en las cifras menores. Somos
poco atraídos por una relación de infidelidad con los mandos superiores o los
ayudantes y secretarias, tampoco es de mucho gusto decir que se es infiel con
una prostituta ya que es sexo pagado (aunque ya veremos en la trama que buscar
un encuentro esporádico ingresa sutilmente dentro de la prostitución).
Y
si el amigo no está de nuestro gusto, en escala descendente tenemos al
compañero o compañera de trabajo; allí, en el ámbito laboral, con la
complicidad y el gran tiempo de convivencia se suelen fraguar las infidelidades
con facilidad.
“La
persona infiel juzga que quien es indigno de confianza es su pareja.”
John
Gottman
Otros
datos interesantes.
Colombia
está detrás de los Estados Unidos en una escala de infieles donde este último
ocupa el top de la lista. Si bien las estadísticas son la mejor manera de
mentirle al que quiere estar informado, estos datos no son alejados de la
realidad. Es interesante analizar que un 40% confiesa ser infiel, lo que hace
suponer que hay un porcentaje que no lo confiesa pero que lo ha sido o es. Y hablar
de un 40% es decir que 2 cada 5 mujeres están siendo infieles a los compromisos
tomados, (siempre que se siga creyendo en la monogamia).
Cuando
sales a la calle de compras, a hacer un trámite, o por cualquier actividad, sin
dudas que mirarás distinto a tus vecinas y mujeres del entorno luego de saber
de esas cifras; aunque no sea tan así, cada 5 de ellas que te cruces, 2 serían
potencialmente buscadoras de un hombre para tener una cita esporádica. Claro
que esto si vives en Colombia.
¿Qué
ocurre aquí, en España mientras tanto?
Los
datos aportados por una de estas plataformas de citas (casualmente son ellos
los que abren sus datos profesionales) la “empresa” Ashley Madison que dice
suministrar un servicio anónimo y discreto, sitúa a España en el quinto lugar
detrás de Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil. Aquí se le considera el
mercado europeo de mayor crecimiento, que quiere decir que abierta la puerta de
la infidelidad, los españoles no se han cortado a la hora de poner a la
parienta en segundo lugar y buscar el sano ejercicio sexual fuera de la cama
matrimonial.
También
destaca que:
Según
esta “empresa” entre sus usuarios, hay una media de 85 euros trimestrales que
se gastan en la búsqueda y obtención de placeres furtivos. Contando que el
“paquete básico” es de 49 €, estaríamos comprendiendo que el español, se gasta
de su presupuesto dos paquetes de referencia u ocho al año, lo que suma 392 €
anuales, el equivalente a 15 libros (a razón de 25 € cada uno) o 78 cajetillas
de tabaco (más de dos meses a cajetilla por día), 8 suscripciones anuales al
periódico La Vanguardia (8 años), o 6 meses de Movistar en el plan 300, también
si lo trasladamos al gasto en gasolina significan 5 y medio tanques de 60
litros a tope; se lo mire por dónde se lo mire, es un dinero nada despreciable,
y más si consideramos que el salario básico ronda los 900 €, allí con este
índice corresponde al 43% de este.
Hasta
ahora he hablado de las tarifas que se gasta un hombre, pero ¿Y la mujer?
Pues
vamos al caso de Silvina (supuesta mujer buscadora de placeres esporádicos),
ella deberá optar por un paquete básico (empresa QuieroRxxx) de 11,99€ que
incluye la navegación en incógnito, ocultar el estado (mensaje leído),
mostrarle offline y acceso móvil ilimitado. Si busca posicionarse mejor y ser
vista, más acceder al chat plus, la cuota se irá a 24,99€ por mes; por otra
parte si no pones una fotografía no hay mucho que se pueda conseguir; se
visitan los perfiles que se ofrecen y en el chat está limitado, ya que al
interaccionar con un hombre, aparece la exigencia de tu imagen.
Pero
a la hora de pagar hay que tener muchísimo cuidado, la plataforma en sí misma
no cobra, sino que lo hace por un intermediario que conoce muy bien las reglas
del juego y de tomo timar a las personas.
En
una de las páginas podemos ver esto en letra pequeña:
“Respetamos
tu privacidad. Se te facturará discretamente como DFSUP.COM / +41445802045”
Si
se es inquisidor porque las cosas no le cuadran, busque en Google DESUP.COM y
hallaréis esto:
“¡Estimad@
cliente!”
“Es
probable que hayas encontrado este sitio web debido a que apareció en tu
extracto de la tarjeta de crédito o débito.
El
pago mostrado en tu extracto se refiere a una suscripción de nuestros productos
o servicios, que son operados por Tyche Technologies AG (anteriormente Caerus
AG).
Si
no reconoce esta transacción, por favor póngase en contacto con nuestro equipo
de Atención al Cliente.”
Por
lo que buscaremos a Tyche Technologies:
“Tyche
Technologies, ubicada en Nueva Jersey formada por un equipo de arquitectos de
software con experiencia, Gerentes y profesionales de la tecnología que han
implementado numerosos proyectos para 50 compañías de fortuna durante más de
una década. Nuestra misión es proporcionar soluciones rápidas y eficientes en
el área de Big Data, comercio electrónico, Business Intelligence, Data
Warehouse, m-commerce, desarrollo e integración de aplicaciones, desarrollo de
bases de datos, CRM y computación móvil. Ofrecemos tiempo completo tanto en el
sitio y fuera de sitio de desarrollo y apoyo después de la ejecución del
proyecto con consultores de alta calidad.”
No
hay dudas que se dedican a tercerizar el negocio, apartando a la plataforma de
citas del engorroso asunto del cobro (comercio electrónico, m-commerce).
A
apenas unos reglones arriba no sabíamos que era DFSUP.COM, pues una rama de
Tyche Technologies y usted, el que hizo el cargo a su tarjeta, la que reclama
su mujer por la aparición de un gasto de poco monto, ahora está avisado y podrá
decir que DFSUP es una gasolinera, o una suscripción a un periódico, vemos! Le
han servido la excusa no dejando hilo suelto, a menos que la parienta quiera
seguir indagando.
Y
no olvidemos dónde está radicada la empresa de informática que sería la última
en contestar ante un reclamo de un cliente insatisfecho: Suiza. Círculo
cerrado.
Y
sin embargo hay más deshojando la margarita; porque como rémoras que tiene el
tiburón, hay una página que le ofrecerá (si no da resultado el cancelar la
suscripción o si la cosa con su mujer aumenta de tono), la solución para parar
esta sangría que se le puede producir en sus ahorros:
Y
si esto lo ve su mujer se te arma la gorda, porque en el texto de información
dice:
“Sos
Internet pone a su equipo disponible para ayudar a entender por qué se le cobra
por Dfsup y poner fin a cualquier suscripción.
Atención
leer esta página, usted entiende que no está en el sitio que ha extraído, pero
ayuda el SOS sitio de Internet para darse de baja de solicitud / cancelación /
reembolso.
De
ahí vienen las tasas Dfsup?
Si
ve un gravamen a favor del Dfsup, significa que usted ha hecho una entrada en
un sitio web (sitio de citas, sitio de videncia u otro ...): A veces sólo tiene que introducir su tarjeta
para una oferta de prueba 0 o 1 euro a convertirse en un miembro de pago de un
sitio.”
(esta
es una traducción del texto original)
¡Ahora
sí!, estamos en una situación difícil de explicar porque dice claramente que el
gasto realizado corresponde a un sitio web de citas o de videncia, etc…..Y
difícil será decir que fue a un vidente.
Hasta
aquí tenemos, hablando de modo vulgar (espero que me disculpen), el siguiente
cuadro dónde:
La
estrella de seis puntas eres tú demandando una infidelidad
El
hexágono es la candidata que has elegido para ser infiel a tu pareja
Tú
quieres relacionarte con ella por lo que:
A:
pagas a una empresa intermediaria (D), pero cobra otra empresa que se comunica
con el Banco (E) el que lo retira de tu cuenta (F) con un supuesto destino
discreto.
B:
habiendo hecho el pago te comunicas con la empresa intermediaria (B) que te
dará vía libre a la mujer deseada (C)
Y
pasado un tiempo y tú has rescindido la suscripción a la empresa intermediaria,
pero te aparecen gastos que no has realizado del servicio de citas, aparece la
empresa de reintegros que (H) te da instrucciones para recuperar tu dinero por
medio de saber cómo opera la empresa cobradora (G).
Ahora
ya tenemos la solución para recuperar el dinero que “pueden haber retirado sin
nuestro consentimiento”, y esto es solo una suposición que suceda. Pero ocurre
que esta rémora de los mares que es la empresa recuperadora, tiene un coste:
3
opciones
La
Guia por: 24,90 libras, que te enviará un mail con una guía práctica de los
pasos que debes dar para el reclamo y rescate de los pagos.
Llave
en Mano por: 44,90 libras la empresa de marras se hace cargo de dar los mismos
pasos pero esta vez por su parte, aliviando tu compromiso de hacerlo tú mismo.
VIP
(no podía faltar) por: 49,90 libras, (5 libras más) es similar a la anterior
solo que por esas míseras 5 libras tu caso pasa a ser prioritario en la
resolución.
Indudablemente
que después de analizar la trama, el simple hecho de estar “caliente
sexualmente hablando” a dado de comer a 4 (cuatro) empresas, por conocer a una
señora o señorita y salir de un embrollo mayúsculo. Y cuando el sexo es abonado
de una u otra manera se llama lisa y llanamente: Prostitución.
“El
verdadero momento en que una mujer deja de querer a su marido no es cuando se
decide a engañarlo, sino cuando él se entera del engaño, porque destruye el
encanto de engañarle.”
Jacinto
Benavente
Conclusiones:
Tras
haber indagado superficialmente el fenómeno de las citas entre personas que
abrigan el deseo de la Infidelidad, utilizando las tecnologías de esta Era de
la Comunicación, concluyo con algunos puntos más claros y comprendidos. Más
allá de cualquier tratado psicológico, social, antropológico, lo que ha
cambiado mis paradigmas sobre las relaciones interpersonales no pretende ni
siquiera acercarse a los estudios serios y profundos que se hacen sobre este
caso.
El
humano (tomo este término para aunar los géneros) desde su aparición en la
Tierra necesita de la comunicación como medio de completar sus experiencias
relacionales, muy distinto es en tal caso el animal que por instinto y necesidad
biológica se aparea con su opuesto para perpetuar la especie. El humano,
gracias al lenguaje va más allá del cortejo con señales y rituales estacionales
y pone en la mesa la búsqueda de placeres desconocidos por los de otras
especies, una de estas experiencias placenteras es sin dudas la necesidad del
riesgo, de llegar a situaciones dónde el miedo y el dolor son límites a cruzar,
muchas veces sin medir las justas consecuencias.
La
Infidelidad es al fin un modo de trascender más allá del miedo, considerando a
este como la alarma que se activa al entrar en una zona de peligro. Y es para
el humano un atractivo modo de sentirse renovado en sus fuerzas, es la
adrenalina y otras hormonas que se liberan haciendo que lo imposible se vuelva
posible. Hay quienes se tiran de un acantilado con un paracaídas y sienten ese
poder en sus cuerpos, otros ponen en riesgo sus vidas corriendo a más de lo
permitido exigiendo a su vehículo velocidades exageradas, y quién transgrede
las leyes sociales por puro placer. Creo que este estado es una de las razones
que se suman al acto de la Infidelidad. Por otra parte y también integrando a
esto, está la curiosidad mal conducida. Hay quienes se enfrascan en investigar
la sociedad humana o una fórmula matemática compleja y satisfacen su curiosidad
innata en vías de una aventura del orden del razonamiento, otros preferirán ser
curiosos en las vidas ajenas y no pasan de ser cotillas de televisión o
ventanales, los hay que calman su sed de curiosidad analizando un partido de
fútbol o un encuentro de boxeo. Para todos hay un motivo donde saciar la sed,
aunque parezcan muy disímiles los puntos elegidos.
La
Infidelidad escampa a sus anchas en el mundo virtual, el anonimato inicial lo
hace atractiva y seductoramente apetecible; se encuentra en ese “baile de
máscaras” la posibilidad de ser el que se desea sin que se delate su persona.
La zona que establece la virtualidad es el zaguán de la antigüedad donde se
ocultan entre sombras, los deseos incumplidos. No eres visible por completo, la
duda de quién y cómo eres acicala la imaginación dándole misterio y novedad que
se supone perdida en la relación estable, en la que parece ser que no hay ya
secretos por descubrir, pasados que escudriñar, ni conceptos por compartir.
Aunque esto no sea cierto, pues estoy seguro y lo digo por experiencia, que una
relación estable siempre hallará algo nuevo para descubrir entre ambos, sin la
necesidad de la aparición de la infidelidad. Los estados de riesgo, si es que
eso da placer, se pueden compartir de a dos y mucho más si se hace bajo el
paraguas de la complicidad abierta, que no necesita aferrarse a la mentira o el
engaño para sentirlo.
No
somos conscientes a pleno de lo que significa la relación basada en la
confianza mutua, la ponemos a prueba en busca de lo que antes he mencionado y
nos dejamos llevar por sentirnos protagonistas de una historia falsa.
Y
la investigación me da como conclusión que alimentamos con este tipo de
satisfacción solo el comercio de los sentimientos básicos que son incitados a
salir y demostrar que estamos vivos, como si la relación estable fuese un
estado de muerte en latencia.
Las
imágenes que hallamos a por cientos hablan por sí solas de un exhibicionismo
primitivo que no coincidiría con el supuesto grado evolutivo alcanzado por el
ser humano. Las mujeres mostrando su cuerpo como demandante de la excitación
previa, los hombres con las imágenes de sus penes erectos para presumir de sus
potenciales masculinos como si alguien dudase de ello, las fotografías de
vaginas o anos que corresponden a la de los penes, los torsos desnudos como
muestra gratis de lo que está para alcanzar gozar una próxima relación, los
rostros con muecas y miradas que quieren denotar la lascivia que mora en sus
mentes como garantía de pasar un momento de pleno sexo placentero.
Ahora,
si analizamos superficialmente esto de sexo placentero y esporádico, no podemos
dejar de compáralo con un acto egoísta e individualista, casi onánico me
atreveré a decir, pues el placer alcanzado es privativo de cada parte sin que
la otra parte participe con las mismas oportunidades. Allí aparece ese cartel
tan visto en los comentarios de los perfiles: Relación sin compromiso, un polvo
de una noche, una relación esporádica, sexo con desconocidos. Como se ve la
búsqueda está orientada a satisfacer solo una parte de las dos actuantes que se
encuentran para obtener placer. El egoísmo por encima de compartir horizontes.
A
este punto de las conclusiones, puedo decir que la infidelidad obtenida en las
redes es una sutil manera de acceder a la prostitución, con el consabido
denigro de la mujer, a la que se convierte en objeto de uso sexual. Se podrá
decir que es esta la que ha roto con un paradigma de milenios patriarcales, que
en igualdad de condiciones ellas tienen el derecho de usar sus apetencias
físicas como mejor les plazca y que si los hombres tienen como costumbre el
obtener satisfacción sexual por medio de un pago, ellas también se les debe
conceder tal derecho sin criticar la elección ni el método; estaría de acuerdo
si la igualdad de la que tanto se habla fuese dentro de los mejores valores de
esta sociedad y no abarcando lo bueno y lo malo que está en ofertas.
El
mercantilismo de las emociones sexuales es réprobo por mediar el dinero como
pago, no así sería si las personas se relacionasen por propia voluntad
atendiendo las consecuencias que se contraen. Por ello trato de prostitución a
estas Infidelidades, más allá de considerar a esta última dentro o fuera de los
valores que se deben cultivar socialmente.
El
comentario final que considero que se merece este estudio, es que salen a la
luz el permanente mercadeo que se hace con las emociones y sentimientos
humanos, deplorable y denigrante para el género que sea, incluso fuera del tema
tratado, incursionando en el mismo mercado que se hace con el hambre en África,
la guerra del Medio Oriente, los refugiados de las guerras, la pobreza en la
India o Sudamérica, o los desahuciados que viven a la intemperie, en todos los
casos hay alguien que busca su interés personal para satisfacer al antiquísimo
trio: SEXO, DINERO Y PODER.
Un
poco de humor al finalizar.
“El
hombre tiene tres poderes. De los 15 a los 35 años, el poder sexual; de los 35
a los 55, el poder económico; a partir de los 55, el poder mear.”
Juan
Eslavia Galán
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