IN LA' KECH, yo soy otro tu.
Nota sin resolución El sol salió por la esquina izquierda del ventanal. Cinco metros lineales de abertura hacia el mediterráneo a pleno. Solo interrumpido por la poca arena gruesa acumulada a fuerza de esmero y palas mecánicas de Ayuntamiento contra los espigones de piedras multi-poligonales que corren horizontales al paseo marítimo; también hay un par de banderas ondeantes que los vientos como la tramontana y el llevant se pelean por despuntar y rasgar cuantas veces puedan. Una estructura de colorida madera que simula ser un barco de pesca encallado en la arena, donde los chavalines pueden jugar a las escondidas y una araña de soga roja descolorida que sirve para que estos se suban y practiquen sus dotes de marinería o de Tarzán de los Monos, pero sin simios. Luego el mar. Señor y dueño de todo hasta que el horizonte se funde con los cielos en una tenue bruma que hace que imagine el final de las tristezas o el término del camino de la vida.