In Memoriam... Miguel.
Dicen que el ocio es la madre de todos los vicios, como si cada uno de estos fuese a ser paridos por un momento de esparcimiento y descanso. Se debió haber aclarado que cualquier extremo dentro del ocio, como lo puede ser el no trabajar, hace a la fertilidad de un estado vicioso; pero para ello es necesario que se cumplan una serie de circunstancias que, sumadas den como resultado que un hecho se convierta en hábito, y este sea malo para la salud física, mental o espiritual como para que se considere un vicio. Además habría que analizar si tal hábito es realmente perjudicial, o si encierra un beneficio que ponga en dudas su maldad para la persona o el ambiente. Pero aún queda más, porque un supuesto vicio se le cataloga como tal, si incumple las normas y leyes de la sociedad, y allí entraríamos a juzgar si esta es la que queremos como lugar de socializar, o por el contrario que no apetezca nuestras expectativas. De hecho sabemos que al nacer la aprobación a ese conjunto de le...