Nota larga destripando noticias
Leo en las noticias de esta
mañana que cinco jóvenes han muerto en un accidente de automóviles; en sí la
crónica es de lamentar por donde la mires pues se lleva cinco personas con un
futuro por delante y mucho por hacer en la vida, pero lo que me interesa salvando
el hecho por demás de luctuoso es la redacción periodística que se hace.
En primer lugar a la hora de
la noticia es evidente que solo se sabe del resultado aparente no confirmado
totalmente de lo sucedido, por lo que haría una nota escueta; ante esto el
redactor “debe” engrosar el escaso contenido que tiene y a falta de datos y
talento, agrega hechos intrascendentes, veamos la nota:
“Cinco jóvenes, de entre 19 y 21 años y vecinos de Torre Pacheco
(Murcia), han fallecido esta madrugada y otros tres han resultado heridos de
gravedad al colisionar dos turismos en el término municipal de
Cartagena.
Según han informado fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias,
el suceso ha tenido lugar cerca de la medianoche en la carretera que une las
localidades de La Palma y Torre Pacheco. Hasta el lugar se han desplazado
varias patrullas de la Policía Local de Cartagena, agentes de la Guardia Civil,
bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento
de Cartagena, y ambulancias con personal sanitario de la Gerencia de Urgencias
y Emergencias Sanitarias del Servicio Murciano de Salud.
A su llegada, los servicios de emergencias han confirmado la
existencia de cinco fallecidos y de tres heridos graves, tres chicas de
entre 20 y 24 años que han sido trasladadas al hospital Santa Lucía de
Cartagena. Según las fuentes, psicólogos de Cruz Roja también
han acudido al lugar del accidente para atender a los familiares de los
fallecidos.”
Tras leer, puedo decir que lo
único que el periodista y redactor de la nota tiene, es lo siguiente;
“Cinco jóvenes, de entre 19 y 21 años y vecinos de Torre Pacheco
(Murcia), han fallecido esta madrugada y otros tres han resultado heridos de
gravedad al colisionar dos turismos en el término municipal de Cartagena.
Los servicios de emergencias han confirmado la existencia de cinco fallecidos y
de tres heridos graves, tres chicas de entre 20 y 24 años que han sido
trasladadas al hospital Santa Lucía de Cartagena.”
70 palabras de 177, lo que me
indica que ha adicionado 107 palabras de más, un 124 % más de lo necesario. Si
esto es una constante, podemos deducir que toda noticia contiene solo un 40% de
interés para el lector, el resto es pura paja que engorda el texto.
Leo la siguiente nota sobre la
autopsia de la emblemática Rita Barberá:
“Martes. El dolor sigue inundando el rostro de los familiares de Rita Barberá durante el acto de entrega de la
Llave de Oro de la municipalidad a la ex alcaldesa de Valencia. El
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que asiste al homenaje póstumo, se refiere a ella como "una
buena persona, decente y trabajadora" y abraza cariñosamente a sus
hermanas. Siempre ha estado cerca de estas mujeres que llevan luto desde aquel
fatídico 23 de noviembre en el que la senadora apareció sin vida en la habitación 315 del hotel Villa Real de Madrid.
En su entorno más próximo algunos todavía achacan su
fallecimiento repentino a "la campaña de acoso político y mediático"
a la que se había visto sometida desde que fuese imputada por un presunto
delito de blanqueo de capitales. Sin embargo, la presidenta del PP valenciano
no falleció por estrés ni por la presión que sufrió tras declarar en el
Tribunal Supremo, donde llegó incluso a tropezar.
A Rita la mató su hígado.
Según consta en el informe médico definitivo de la autopsia -al que ha accedido
en exclusiva Crónica,- la
senadora falleció por un "problema hepático" que le provocó un
"fallo multiorgánico".
Según consta en el informe médico definitivo de la autopsia -al que ha
accedido en exclusiva Crónica,-
la senadora falleció por un "problema hepático" que le provocó un
"fallo multiorgánico".Precisamente, el día de la autopsia en el Instituto
Anatómico Forense de Madrid, los médicos observaron que el riñón
estaba muy deteriorado y extrajeron gran cantidad de líquido
infeccioso de su cuerpo debido a que el órgano hepático ya no
purificaba.
Aquel miércoles 23 de noviembre de 2016 la histórica
dirigente del PP valenciano se levantó con síntomas de ahogo y ansiedad y fue
atendida por una crisis respiratoria durante media hora por los
facultativos del Summa, que recibieron el aviso a las 7:00 de la mañana. Los
doctores le practicaron una reanimación cardiopulmonar, pero no
lograron reanimarla y sólo pudieron verificar su fallecimiento. Tenía
68 años.
La última cena
Rita llevaba 37 horas parapetada en su habitación del Villa Real. Había
regresado a las seis de la tarde del lunes 21 de noviembre tras almorzar con su
sobrina, que le había acompañado a declarar en sede judicial. Se
encerró en el hotel. Pidió un whisky y
una ración de tortilla española. Aquella sería su última cena. No se acostó
tarde. Al día siguiente, la ex alcaldesa de Valencia había decidido no
acudir al pleno del Senado. Se encontraba indispuesta, pero no alertó al
personal del hotel. Sí a su hermana María José, que no tardó en viajar hasta la
capital junto a su hijo y sobrino de Barberá.
A media tarde del día 22, Rita ya había dejado de responder al
teléfono. En él tenía varias llamadas perdidas del senador Pedro Agramunt y
del entonces ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que
habían quedado a cenar con ella esa noche. Y como último mensaje enviado desde
su iPhone figuraba un alarmante SMS en el que avisaba a un
alto cargo de Interior de la última amenaza, desconocida para la
mayoría de sus allegados, que había recibido:
"Simplemente recordarte de la nueva carta de amenaza (sic) que he
recibido. Esta vez me dan de plazo hasta el día 1. Bss. Espero verte días (sic)
después. Rita", escribió.
Antes había recibido decenas de advertencias, aunque sólo
denunció en dos ocasiones: en enero de 2015 y en julio de 2016,
cuando recibió dos sobres con balas del calibre 9 milímetros
parabellum.
Cuando sus familiares llegaron a la habitación del hotel la tarde del
22 se la encontraron débil. Trataron de convencerla para que
regresara a Valencia. Hablaron con la recepción para que les facilitase una
silla de ruedas, pero Barberá prefirió mantenerse en la cama. Su
hermana y su sobrino intentaron reservar para ellos una habitación en el mismo
hotel, pero no quedaba ninguna libre. Así que María José decidió dormir
con su hermana en la misma cama y su hijo se marchó a un hotel
cercano.
La senadora no cenaría nada y las luces de la 315 se apagaron
temprano. Rita se encontraba mal y en el hotel se preguntaron
días después de su muerte por qué no dio una señal de alarma para
ser trasladada de inmediato a un hospital. Un allegado explica su
comportamiento: "Es probable que Rita no quisiera ir a un hospital por
no verse al día siguiente en los periódicos. La perseguían a todas
horas ¡Pobre!".
Aquella noche, Rita no volvió a hablar. Su respiración fue
dificultosa durante la madrugada, según relató su hermana. Ésta no
pudo conciliar el sueño, pero no fue hasta las siete de la mañana cuando
llamó a su hijo para advertirle que Rita estaba inconsciente y no respiraba. El
corazón de la ex alcaldesa había dejado de latir 15 minutos antes.
Su sobrino puso rumbo al hotel y llamó al Summa. Entró en el vestíbulo
avisando a la recepción de que venía una ambulancia porque "doña
Rita" se encontraba "muy grave". El joven, mientras llegaba
el personal sanitario, trató de reanimarla con un boca a boca y
presionándole el pecho varias veces. La escena fue de gran tensión. Su madre
trataba de refrescarle la frente con una toalla húmeda. Pasadas las 7:20 de la
mañana, un equipo médico del 112 subió a la habitación y se
encontró a la hermana de Rita empapada en lágrimas y nerviosa junto al cuerpo.
Reanimación imposible
Les pidieron que abandonasen la estancia tanto ella como su sobrino. Le
preguntaron si Barberá tenía problemas cardiorrespiratorios y la
hermana aseguró que padecía hipertensión y que se tomaba pastillas
contra el estrés. No se habló de cirrosis, según los testigos. Más
tarde, Margallo revelaría que su amiga se medicaba con antidepresivos.
Durante 30 minutos los facultativos del Summa trataron de reanimarla, pero fue
imposible.
El juez llegó a las nueve de la mañana y certificó la
muerte. También estuvo en la habitación el inspector jefe de homicidios de la
Policía Nacional, pero esa hipótesis fue rápidamente descartada. A pesar de lo
cual, las teorías de la conspiración inundaron las redes sociales.
Ahora, con el informe forense en la mano, quedan descartadas.
Lo que nadie explicó en los días de luto posteriores fue de dónde
estaban saliendo esas amenazas que recibía la senadora. Fuentes de Interior
confirman que se investigaron en su momento, pero que no llegaron a ninguna
determinación. "Eran amenazas tremendas, ella lo estaba pasando
realmente mal y temía por su vida", cuenta un investigador.
Rita murió sin explicar a nadie de su entorno por qué le
dieron, en el anónimo recibido, un plazo de vida hasta el 1 de diciembre.
Querían forzarla a renunciar a su cargo en el Senado.”
1154 palabras en total.
¿Cuántas son las que me
interesaría leer para estar informado?
(Extracto informativo)
En su entorno más próximo algunos todavía achacan su fallecimiento repentino a "la campaña de acoso político y
mediático" a la que se había visto sometida desde que fuese
imputada por un presunto delito de blanqueo de capitales.
Según consta en el informe médico definitivo de la autopsia -al que ha
accedido en exclusiva Crónica,-
la senadora falleció por un "problema hepático" que le provocó un "fallo multiorgánico"
Según consta en el informe médico definitivo de la autopsia -al que ha
accedido en exclusiva Crónica,-
la senadora falleció por un "problema hepático" que le provocó un "fallo multiorgánico"
Miércoles 23 de noviembre de
2016 la histórica dirigente del PP valenciano se levantó con síntomas
de ahogo y ansiedad y fue atendida
por una crisis respiratoria durante media hora por los facultativos
del Summa, que recibieron el aviso a las 7:00 de la mañana. Los doctores le
practicaron una reanimación
cardiopulmonar, pero no lograron reanimarla y sólo pudieron verificar su
fallecimiento. Tenía 68 años
Se encerró en el hotel. Pidió
un whisky y una
ración de tortilla española. Aquella sería su última cena. No se acostó tarde.
Al día siguiente, la ex
alcaldesa de Valencia había decidido no acudir al pleno del Senado. Se
encontraba indispuesta, pero no alertó al personal del hotel.
María José (su hermana) decidió
dormir con ella en la misma cama y su hijo se marchó a un hotel cercano.
Su respiración fue dificultosa durante
la madrugada, según relató su hermana. Ésta no pudo conciliar el sueño, pero no
fue hasta las siete de la mañana cuando
llamó a su hijo para advertirle que Rita estaba inconsciente y no respiraba. El
corazón de la ex alcaldesa había dejado de latir 15 minutos antes. Su sobrino
puso rumbo al hotel y llamó al Summa.
Entró en el vestíbulo avisando a la recepción de que venía una
ambulancia porque "doña
Rita" se encontraba "muy grave".
El joven, mientras llegaba el personal sanitario, trató de reanimarla con un boca a
boca y presionándole el pecho varias veces.
Pasadas las 7:20 de la mañana, un equipo médico del 112 subió a la habitación y se
encontró a la hermana de Rita empapada en lágrimas y nerviosa junto al cuerpo.
Reanimación imposible.
Le preguntaron si Barberá tenía problemas cardiorrespiratorios y la hermana aseguró que padecía
hipertensión y que se tomaba pastillas contra el estrés. No se habló de cirrosis, según los
testigos.
Más tarde, Margallo revelaría que su amiga se medicaba con antidepresivos.
El juez llegó a las nueve
de la mañana y certificó la muerte. También estuvo en la habitación
el inspector jefe de homicidios de la Policía Nacional, pero esa hipótesis fue
rápidamente descartada.
A pesar de lo cual, las
teorías de la conspiración inundaron las redes sociales. Ahora, con el
informe forense en la mano, quedan descartadas. Lo que nadie explicó en los
días de luto posteriores fue de
dónde estaban saliendo esas amenazas que recibía la senadora. Fuentes de
Interior confirman que se investigaron en su momento, pero que no llegaron a
ninguna determinación. "Eran amenazas tremendas, ella lo estaba pasando realmente mal y temía por
su vida".
Total: 520 palabras de 1154, otra
vez ronda el 40% del texto completo…indudable que solo hay de interés público
esta porción y aun así a este extracto se le podrían quitar algunas expresiones
más, lo que aumentaría el texto que “engorda” la crónica.
También es interesante ver
que, en especial esta nota socio-política, el redactor pone énfasis en los
personajes políticos que rodean la escena a modo de atractivo para los que le
tienen estima y para quienes les aborrecen. El relato se torna pomposo por
momentos y redundante en otros.
Con esto quiero decir qué y cuánto
querríamos leer sin los agregados que tienden a mover el morbo y la imaginación
del lector; esto sería de utilidad si lo que leemos es una novela o una obra
literaria donde es necesario mencionar el paisaje para ambientar al lector,
pero en una noticia que no pasa mucho más allá del hecho policial, en cuanto a
los datos que aporta, esto literalmente sobra.
La prensa (la mayoría), tiene
la “obligación” de hacernos tragar un alto porcentaje de paja literaria con tal
de motivar el morbo, el principal objetivo de la exposición de una noticia.
Deberíamos saber diferenciar estos excesos verbales en una era como la de la
comunicación en la que vivimos.
Es hora (y algo tarde ya) que
el equipaje morboso deje de aparecer en las noticias diarias, esto solo consigue
que el atraso mediocre aumente en relación directa a los avances de la sociedad
en materia tecnológica.
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Recuerda: cada vez que no comentas una de mis notas, Dios se ve obligado a matar un gatito. Campaña contra el maltrato animal.