El Tejedor. (microrrelato)

No había mañana aun, cuando con mucho cuidado ordenó los hilos Uno a uno, color por color, grosor por grosor, quedaron sobre la piedra distribuidos. Preparó el rollo de la urdimbre y fue colocando cada hilo en su lugar. Debía ser preciso, solo una vez podría hacerlo. No había sol aun, cuando montó las lisas en el cuadro y el plegador al final. Enrolló los hilos en orden para que el tejido fuese fuerte y flexible. Distribuyó el grosor para que ello se cumpliera y no fallara en el momento de tejer. Debía ser preciso, solo esta vez lo haría. La luna no plateaba ninguna noche, porque noche no había aun. Enhebró cada lisa de acuerdo al cuadro que le correspondía. Anudó el hilo al plegador y lo trabó dando tensión adecuada. Preparó la espada alisándola con cera, luego la bobina con el hilo de la trama. Debía ser cuidadoso porque solo un tejido haría. El cisne no navegaba por el lago aun, porque el lago era solo un sueño. Tensó el rollo plegador una vez más...