Consejos Inútiles (si no te gustan no lo leas)
Aparecí por el pueblo, después de veintitrés
años, casi un cuarto de vida de un longevo de 100 años. Casi nada, solo que
cuándo me fui tenía 50, lo que quiere decir que tengo 73 años vividos, mal o
bien, pero vividos. Luego que lo recorrí, me fui a un bar y me bebí dos pintas
de buena cerveza; entonces me puse a reflexionar.
Los achaques son notorios, ya no me van las
quinceañeras como cuando tenía 20, como con Noemí en aquellos tiempos. Nuestra pareja
duró cinco años y me puso unos cuernos del tamaño de un buey nepalés, que ya
son grandes. Pero luego llegó Lucía, Mónica, Andrea, Susana. Alejandra. Vicky,
la hermana de Vicky, (el hermano se salvó por feo), Graciela, Cristina y
terminé el recorrido con Julia, 15 años mayor. ¡Bien por mí! ¡Qué joder!
A su
lado viví la aventura de todo chaval, casarse con una madura y de cuerpo
espectacular.
Pero no todo es rosa en la vida; para poder
apreciarla, la jodida te exige que pierdas, como en el casino, igual, vas de
ganador y la bola se planta en el cero, por supuesto que no has apostado a él. Te
quedas como dice el poeta, arriba de una calabaza chupando un palo.
Se murió, sí, se murió, por esas cosas que
tiene el destino, enfermó y murió.
Para resarcirme me lo monté con una divorciada.
Mala cosa el no saber elegir cuando debes.
De similar edad me llevó por las sendas del
conflicto diario.
Que si esto que hacía estaba mal, que aquello
que hice fue negativo, que si lo otro era una mentira, que sí, que no; al final
ya lo dije tenía quince años, cuando una taza se rompe es al pedo repararla,
está rota y a otra cosa mariposa.
Un buen día de buenas a primera me largué e
inicié el divorcio.
Idas y vueltas me esperaban en el dilema, que
si quería a mis hijos, que si quería a otra.
Al final otra apareció, una que los cielos
mandaron para que apaciguase mis penas, un ángel con 21 años menos.
Ahora díganme ustedes, con 51 y se te presenta
un ser divino, con las atribuciones de la mujer perfecta, con dos décadas
menos, ¿qué coño haces?
Pues lo que corresponde, darle para adelante y
sin mirar atrás.
Así fue, me casé por tercera vez con quien
podría ser mi hija y lo bien que nos llevamos.
Claro, estarán esperando que le diga que me abandonó
por uno más joven, o que me puse tan borde que me mandó a tomar por culo.
No, se equivocan, aún está a mi lado.
Entonces tío, ¿Qué vienes a contar? ¿Qué eres
feliz y enrostrar que nosotros no lo somos?
Pues tenéis razón, a eso vengo.
A darles por el culo con mi experiencia, a
demostrarles que todas la teorías que tenéis son falsas, que la vida no es tan
mala.
Solo son malas las decisiones que tomamos sin
tener en cuenta las consecuencias que traerán. Eso es ser un gilipollas de
primera prensa, como el aceite virgen de oliva, igual.
Y me preguntaréis ahora ¿cómo sigue tu rollo?
Pues no hay rollo, solo mi vida vivida a mil
por hora, sin arrepentirme, sin cargar con culpas, sin responsabilizarme
demasiado en lo que dirán o pensarán, sin medir si se causa dolor o placer,
todo pasa por ser tú sin reparos ni barreras.
Di lo que piensas, actúa de acuerdo a tú
corazón, has de acuerdo a tu cerebro, responde con las tripas, no te amilanes
ante nada, no jodas demasiado o sí, depende de quién sea el jodido.
Levántate cada mañana y piensa en quién te vas
a cagar de risa ese día, lo pasarás pipa.
No te acuestes temprano, las musas son
nocturnas.
Bebe cuanto quieras, el alcohol es un buen
conservante.
Come picante, que lo que pica hace hervir la sangre,
y con la sangre hirviendo no hay quién te pare.
No uses drogas, eso es realmente malo, antes
cómete un taco mexicano que te saque el culo para afuera cuando vayas a cagar.
No pienses en el mañana porque no sabes si
estarás, no lo hagas con el pasado porque eso ya fue, no le des bola al
presente porque no tendrás tiempo de reaccionar. Solo vive, esa es la fórmula.
Y una última si me permites, el secreto de la
vida es amar a los demás.
Que te vaya bien pedazo de gilipollas, nos
veremos del otro lado y no olvides que te espero con un par de birras bien
heladas, habrá mucho de qué hablar.
Comentarios
Publicar un comentario
Recuerda: cada vez que no comentas una de mis notas, Dios se ve obligado a matar un gatito. Campaña contra el maltrato animal.