El Circunloquio Digital
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Con estos datos los
alumnos o educandos como les gusta llamar el profesor, deben buscar la
información en libros que tengan en sus hogares, en las bibliotecas del colegio
o del pueblo, en apuntes de otros alumnos y en internet.
En este orden tan
preciso, el profesor a escasos 5 años de su jubilación, enumera las fuentes
para informarse.
Entre el grupo de
niños, el porcentaje que tiene acceso a la red es del 99%; de ellos el 100%
tienen teléfonos móviles y están conectados mediante alguna de las redes
sociales más populares.
El 100% de los niños
conocen el manejo de los ordenadores de última generación y el 80% tiene acceso
a una plataforma de juegos on line. De estos un 90% está en algún juego de rol y
comunicado con niños del grupo de alumnos, aunque guardan muy bien sus
identidades tras avatares que ellos mismos han ideado.
Un 10% está en juegos
de estrategia on line.
Cualquiera de estos
niños está plenamente capacitado para ingresar en la red y obtener la
información que necesite dirigiéndose por el camino más corto.
Cuando tienen algún
tipo de inconveniente en su equipo, si un virus a infectado el disco duro o si
un software no funciona como debe, ellos recurren de inmediato a un amigo mayor
que “sabe” de ese tema o conocen ya la ruta a algún foro donde se tratan temas
relacionados con ese tipo de problemas y donde generalmente hallan la solución
con un mínimo de tiempo y esfuerzo.
Estos son los
educandos a los que el profesor les recomienda con buen tino que busquen en
apuntes de otros alumnos.
No es en realidad el
profesor quién está equivocado; él solo responde a un sistema y este a una
circunstancia que en su momento fue efectiva y eficiente. Pero el tiempo ha
pasado; las eras se han ido sucediendo y los cambios se han acelerando de modo
exponencial, mientras en educación se han dados pasos de modo lineal con solo
reformas que no han pasado de ser remiendos sobre otros remiendos.
La reacción general
ante la tarea impuesta es la de optar por el camino más corto y fácil; la
búsqueda en Google o en cualquier otro navegador de la red de internet.
Si se coloca la fecha dada
en Google se obtienen 2.190.000 resultados en 0,25 segundos y la cuarta entrada
corresponde a Wikipedia que menciona en su encabezamiento a las Guerras
Napoleónicas; por lo que es un acto inmediato abrir esa ventana. Una lectura
rápida y sin dudas que habrá muchas palabras que abrirán dudas o plantearán
deseos de investigar sobre sus definiciones motivando la imaginación.
Supongamos que el niño
lector se detiene en el término “fragata” y que le inspira curiosidad pues en
su memoria lo asocia con algo difuso, entonces lo selecciona, lo copia y lo
coloca en una nueva ventana para abrir otra búsqueda; 4.340.000 artículos sobre
fragata en 0,18 segundos y la primera definición la da Wikipedia. Abre el
enlace y le muestra imágenes y detalles de los barcos, pero al final hay otro
enlace sobre la Fragata Domingo Sarmiento; él sabe de ese navío, pues un
familiar estuvo allí y además lo ha visto de lejos en el puerto. Abre el enlace
que corresponde a la Fragata Sarmiento y se entera de toda su historia. Entre
las cosas que lee y recordará es que en la Fragata Sarmiento se guarda embalsamado,
el perro mascota de la Fragata, de nombre Lampazzo y una bandera bordada en Shangai
con el sol con los ojos rasgados como son los ojos de los orientales. Volverá a
la página de la batalla Napoleónica enriquecido y con deseos de seguir
investigando la historia.
Ha aprendido algo más,
dentro de lo que llamo el Circunloquio Digital.
Este espacio hasta
ahora mal aprovechado, porque las rutas de estudio no lo tienen en cuenta;
porque los enlaces son aleatorios y el azar juega un papel importante en la decisión
de llegar a un buen o mediocre resultado en la navegación lateral durante la
búsqueda de información. Pero si este espacio es utilizado correctamente y se
corrige su ruta de modo que su atractivo se potencialice, para que el navegante
vaya aprendiendo lateralmente a la búsqueda, otros conceptos e informaciones que
se quieran dar de ex profeso, el resultado será de alto beneficio.
El alumno al fin, resumirá
la información en dos renglones: “en el 22 de julio de 1805 se llevo a cabo un
enfrentamiento naval dentro de las llamadas Guerras Napoleónicas. Sucedió cerca
del Cabo de Finisterre entre las flotas de la Armada Real Inglesa y la Flota
Franco española. Las consecuencias fueron la derrota de la flota combinada con
grandes pérdidas. Napoleón se vio obligado a abandonar la idea de invadir
Inglaterra”.
Fin del resumen, el
resto de la información se la guardará y hasta jugará con los conceptos de
guerra en su imaginación o en sus juegos de rol, pero no ante la imposición del
profesor, porque este no lo merece de acuerdo a su prematura ética.
Y es esto lo que no se
pone en juego en el momento de elaborar un sistema educativo, las prematuras
formas de ética y moral que los niños han formado alrededor de los
acontecimientos que les obligamos a vivir por un lado y a los medios digitales
a los que tienen acceso actualmente.
Esta comprobado que
juegos mentales de imaginación libre como Brain Storm o Asociación Libre son
altamente productivos a la hora de resolver problemas que parecen complejos,
pero que son resueltos con simpleza con solo activar la potencialidad de la
imaginería. Estamos estructurados a estudiar concentrándonos, pero ¿y si no
fuera ese el método más eficiente?; generalmente se nos prohíbe, incluso en un diálogo
al que llamamos serio, “irnos por las ramas”, dispersarnos, como si eso fuese
un pecado mientras que en realidad nuestro cerebro está pensando de ese modo y
es nuestra educación la que lo cercena llevándolo hacia un único punto de
atención.
La propuesta de
articular un sistema de educación abierto y ramificado se basa en aprovechar
esa capacidad que tenemos en abarcar un sinnúmero de información que ingresa
por nuestros sentidos y procesarla de modo que sea parte de la educación que se
recibe.
El niño que comenzó
buscando en la red una fecha terminó con una información mucho más amplia por
la simple razón, que al no estar sujeto a una biblioteca o a un resumen, pudo “irse
por las ramas”. Un jefe de producción de una planta productiva encuentra la
solución a un desperfecto llamando a los operadores de la maquinaria y les
invita a que en una reunión informal, den ideas a “tontas y locas” mientras él
toma nota de las más acertadas; sabe que entre ellas hallará una que será la
correcta.
El psicoanalista
invitará a su paciente a que en un estado relajado se sienta libre de expresar
cuanto sienta y piense haciendo una “asociación libre” de lo que vaya pasando
por su mente, con el fin de obtener la liberación de su inconsciente para poder
estudiarle; junto a la “interpretación de los sueños” y a los “actos fallidos”,
la asociación libre, son los tres pilares de la clínica analítica del psicoanálisis.
No es nuevo el
explorar el espacio que ofrece la imaginación cuando está suelta y libre; lo han
hecho los artistas plásticos y escritores del surrealismo francés, como muchos
investigadores que hallaron los resultados a sus ecuaciones o fórmulas en los
sueños, donde los límites de la realidad se funden en otras dimensiones
inexploradas. La propuesta está, el desafío lo tenemos en las manos, el futuro
de una generación depende de nuestro sentido del riesgo y si no somos capaces
de hacerlo, seremos recordados igualmente por la historia, como “los que no nos
animamos a cambiar”, pero recodados al fin.
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