El mensaje no siempre es interpretado como ha sido enviado y la respuesta de parte nuestra puede ser equivocada y contraproducente. Comprender que no todos están preparados para escucharnos es la primera regla del diálogo.
Parábola del Ermitaño
Este relato a modo de parábola lo publicó una gran amiga de nombre Amalia Drenkard en su muro del Facebook, me resultó muy interesante, por lo que lo he copiado en mi blog para difundir su contenido y enseñanza. PARÁBOLA DEL ERMITAÑO Un viejo ermitaño, una de esas personas que por amor a Dios se retiran a la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia, se quejaba a menudo de que tenía demasiado trabajo. Un día una de las personas que le visitó, le preguntó: –¿Cómo es posible que tenga tanto trabajo si está solo en medio de la nada? El ermitaño contestó: –Tengo que adiestrar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y domar un león. El visitante miró alrededor esperando ver algunos animales, pero no vio a ninguno. –¿Y dónde están todos estos animales? Preguntó. Entonces el ermitaño le dio una explicación que enseguida comprendió: –Estos animales, está...
Comentarios
Publicar un comentario
Recuerda: cada vez que no comentas una de mis notas, Dios se ve obligado a matar un gatito. Campaña contra el maltrato animal.