El mensaje no siempre es interpretado como ha sido enviado y la respuesta de parte nuestra puede ser equivocada y contraproducente. Comprender que no todos están preparados para escucharnos es la primera regla del diálogo.
La Palabra Hiriente: el Insulto
La palabra puede ser tan mortal como cualquier arma y en este caso, un insulto es la palabra con una intencionalidad muy precisa: la de dañar en lo más profundo a quién va dirigida, develando por lo general, intimidades del receptor que serán durísimas heridas al orgullo o la dignidad de la persona. Este es un trabajo admirable de un blogger que ha reunido un escueto pero a la vez interesante repertorio de palabras utilizadas como insulto en épocas del medioevo.
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Recuerda: cada vez que no comentas una de mis notas, Dios se ve obligado a matar un gatito. Campaña contra el maltrato animal.